chhhhhPor Chicho Pellegrini - @chichopelle

Edgardo Kevorkian (en adelante, KVK) acaba de inaugurar la muestra 80+20 en el anexo del Congreso de la Nación. No recorre toda la historia del rock, pero sí algunos de sus máximos referentes. KVK es nada más y nada menos que el fotógrafo de Carlos Solari, el Indio. Muy probablemente, la figura más resonante de la cultura rockera argentina.

Se apagan las luces del escenario, más de cien mil personas rugen deseando el primer acorde de guitarra. La primera canción baja del escenario: conecta, envuelve a miles de personas que viajaron hasta ahí para ver/escuchar lo que está pasando. KVK tiene la tarea de retratar ese momento, sentir esa energía. De eso se trata. De saber mirar y entender qué y cuál imagen pinta de mejor manera el paisaje de lo que sucede.

La muestra es gratuita y se puede visitar de Lunes a Viernes de 10 a 20hs en el barrio de Congreso en Rivadavia 1841. ¿Qué fotos están expuestas?¿Cómo se trabaja en el mundo del rock?¿Qué se siente arriba del escenario?¿Cómo empezó a laburar con el Indio?

KVK estuvo en el piso de #NTDradio y nos contó eso y algunas cosas más.

kvk en nacional rock

KVK acompaña desde hace varios años a “Andrés Calamaro”, “El Indio Solari”, “Los Gardelitos”, “Dancing Mood” y a algunos más en sus giras y conciertos por el país. En un show grande saca entre mil y mil doscientas fotos sobre las cuales después tendrá que trabajar para llegar al producto final. Algunas terminan luciendo así…

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- ¿Cómo es capturar ese momento en que está por arrancar el show y se apagan las luces?

En realidad el momento empieza antes con la salida del camarín y el camino a los escenarios. Ahí ya estoy disparando a lo loco. A veces hay poca luz, a veces no hay nada. Hago lo que puedo porque ya ahí dan el blackout (momento en que se apagan las luces previo al inicio del show) y en ese momento la gente empieza a gritar. Ahí hay como una luz que viene del público y que me alcanza para hacer una foto. Es un instante en que el músico se acomoda y por ahí tengo un ratito para retratar eso.

- ¿Cuántas fotos hay en la muestra?

Hay 36 fotos que recorren 10 años de carrera y hay algunas más que están dispuestas de otra manera que le dan como un marco al lugar, pero que tienen otra función. No son fotos de la muestra, son fotos inéditas, en su mayoría del Indio, Calamaro, Hugo Lobos (Dancing Mood), el Bocha Sokol. Quizás hay algunas ya fueron publicadas en algún lado, pero digamos que el 95% son fotos inéditas.

- El souvenir de la muestra es como una imagen triple del indio, ¿eso es una foto?

Si, es una foto. Una foto que a su vez son varias imágenes superpuestas. Esa la saqué en un ensayo antes del show de Mendoza, en 2013. Está todo oscuro y se ve la cara de el duplicada y en movimiento. Me gustan las fotos que muestran algo así directo, pero, también me gusta jugar con las luces y el movimiento.

- ¿Cómo empezaste a laburar con el Indio?

La primera vez entré como prensa de casualidad en un show del Indio en Montevideo. Llevé mi cámara de rollo y la digital. No tenía ni acreditación ni nada. Estaba lloviendo y la mina de prensa se copó y dijo: “Yo se que vienen a laburar”, y nos dejo pasar. Estuvo bueno porque no eramos 40 fotógrafos, eramos 8 nomás.

Ese día yo estaba re emocionado. Estaba sonando “Un ángel para tu soledad” y yo los cantaba todos los temas. El indio estaba sin lentes. Entonces me miró y se rió. Es como si hubiera pensando: “mirá a este chabón que vino a sacar fotos y canta todos los temas”. Ahí se agachó un poco y me puso el micrófono en el medio del tema para que la cante yo. Me quedé duro, no pude cantar nada…

- ¿Cuándo empezaste a trabajar como fotógrafo de él?

Después de ese show de Montevideo, como yo soy también diseñador gráfico, con un amigo nos propusimos armar una propuesta de arte de tapa porque nos enteramos de que quizás salía un disco en vivo de esas presentaciones de él como solista y nosotros teníamos buen material. Nos juntamos a tomar un Fernet y a pensar una propuesta que tuviera algo de la estética del primer disco y el material que teníamos de Montevideo.

Sólo sabíamos dónde vivía él. Y así armamos una carpeta y fuimos a dejárselo al buzón como un año y medio o dos después del show. Se lo dejamos y a la semana tuvimos un mail del manager que decía que lo había recibido, que le había gustado y si eso prosperaba iban a ver de que hagamos algo juntos. Yo después le mandé varias fotos más y quedó ahí, no supe más nada…

Cuando salió “Porco Rex” me llegó un mail en el que me proponía ser el fotógrafo. Ahí empecé a laburar con él. Lo gracioso es que yo ya tenía entradas para ese show, tenía contratado el viaje, tenía todo; y terminé en el escenario. Cuando terminó el show me subí a la combi con los músicos y me bajé en la ruta para encontrarme con mis amigos en Jesus María.

- ¿Por qué nombrar la muestra 80+20?

Quería hacer algo con lo que me sintiera cómodo. Es que yo veo 80 y 20, por eso uso anteojos y creo que eso de alguna forma marcó mi forma de trabajar. Prácticamente de un ojo no veo nada y del otro 80 y creo que eso me marcó y condiciona mi forma de trabajar con la cámara.

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